Fire is needed to ignite a spark. And I’m not talking about a fire that destroys everything, but rather about a warmth. A warmth of belonging, a moment of not feeling alone, of seeing in the other person that what you feel is real and that the questions you have asked yourself (those that, once formulated, no longer allow you to deceive yourself) could potentially have an answer. And to get there, you have to stop dreaming and open your eyes wide.
Documentary record, taken at La Fabrika, Esplugas de Llobregat, Barcelona, 2020 – 2021.
Se necesita un fuego para prender una chispa.Y no hablo de una hoguera que todo lo destruye, sino más bien de un calor. Un calor de pertenencia, un segundo de no sentirnos solos, de ver en el otro que lo que sientes es real y que las preguntas que te has hecho (esas que después de formularlas ya no te permiten seguir engañándote), podrían llegar a tener una respuesta. Y que para llegar ahí hay que dejar de soñar y abrir bien los ojos.
Registro documental, realizado en La Fabrika, Esplugas de Llobregat, Barcelona, 2020 – 2021.